domingo, julio 10, 2005

Breve historia de Noches payasas

Noches Payasas es el espectáculo de clown de Los Papota Payasos Grup.
Nació como una varieté a la gorra, allá por agosto del 2003.
La necesidad de 6 payasos de producir, investigar, estar con el público y generar un espacio de y para payasos y para gente a la que le gustan los payasos, se encontró con el lugar perfecto para ponerla en marcha: la Puerta Roja. Y no omitamos acá la casual coincidencia entre el color de la Puerta y el de las narices claunescas (aunque no todas ellas sean coloradas)
El día, el horario y el estilo del lugar eran los indicados para dar nacimiento a ese proyecto que avanzaba sobre nosotros con la fuerza del caos.
Sábados a la medianoche, un pasillo enorme que albergaba a la gente que venía a vernos y una sala que casi recién empezaba a funcionar. Queríamos un espectáculo que cambiara todos los fines de semana. Que no fuera nunca igual. Queríamos el vértigo de tener que producir y producir y producir, de una semana a la otra. Queríamos que hubiera un espacio para payasos amigos, conocidos y desconocidos, parecidos y diferentes a nosotros, y así fue que Noches Payasas tuvo, desde el principio, un invitado diferente cada fin de semana.
Y todos los sábados, ese pasillo y esa sala se llenaban -a pleno- de gente que, traída por el "boca a boca", venía a ver ese ramillete de numeritos de clown. Gente que se repetía sábado a sábado (el Club Social y Deportivo Papota funcionó a full en la era Puerta Roja), gente que venía una vez cada tanto, gente que venía una sola vez, gente que traía a sus amigos. Gente. Mucha gente.
Noches Payasas empezó a crecer sin que nosotros nos diéramos cuenta. Y la última función de ese año nos soprendió con 200 personas, casi ahogándose de calor, apiñadas dentro y fuera de la sala. Y la imagen se repitió varias veces en nuestras primeras y últimas funciones. Y ¿hace falta decir que nosotros estábamos chochos?
En 2004, sin saber cómo, terminamos en un avión, llevando nuestros petates al Festival Internacional de Clown de Madrid. Pululamos por las calles de Santiago de Compostela en el Festiclown, paseamos nuestras narices en el Festival degli aritisti di Strada en Sora (Italia). También nos dejamos ver por estos pagos, en el Ciclo de Teatro de Pequeño Formato y en el Festival Carcajada.
Y volvimos, con tutti (como siempre), a nuestro bulín de la calle Lavalle.
Y terminamos con un ciclo. Porque pensamos que era hora de que Noches Payasas cambiara. Y cambió.
En 2005 nos mudamos de espacio, de día y de horario. El Callejón nos abrió sus puertas los domingos a las 8 de la noche. Y nos propusimos, esta vez, hacer un espectáculo y repetirlo. Crearlo, mostrarlo y hacerlo unas cuantas veces para que los números crecieran, para que lo viera más gente, para conocer, también, el placer y la dificultad de la repetición. Y, bajo la dirección de Maby Salerno (¡necesitábamos una directora!) este año hicimos 4 espectáculos: el Primero (que, pobrecito, no tuvo nombre propio), Los Chinos, Cuuuul y, ahora, Long Play.
Y, nos costó, pero fuímos dándole forma. La repetición nos permitió jugar un poco más con la "producción" del espectáculo. Y, de a poco, fueron apareciendo (y creciendo) otras partes de la maquinaria papota. Marielita Berenbaum nos vistió cáda vez más lindos, Valeria Alvarez nos regaló objetos preciosos y terminó enmarcándonos en el "teatrito" de nuestros sueños. Y, casi a la postre, apareció Lamberto Arevalo a iluminarnos como dios manda.
Noches empezó a necesitar de muchas manos que lo sostuvieran. Gabita Biebel se convirtió en nuestra perfecta asistente de escena. Rebeca Checa empezó a preocuparse por nuestra Producción Ejecutiva y a ordenar el caos de material papota. Daniela Grana empezó a darnos una mano enorme con todas esas cosas que ya no sabíamos o no podíamos hacer más: programas, mails, y etcéteras.
Y así fue como llegamos a nuestra última producción del 2005, actualmente en cartel (los domingos a las 21.00 hs.): Long Play, incorporando la presencia de Gazpacho, que reemplazó a Neptuno en uno de sus viajes y, cuando Neptuno volvió, se quedó para completar el bouquet.
Todos vestuariados, escenografiados, iluminados y dirigidos, ahora hacemos este espectáculo con el que pensamos cerrar otro ciclo para después devenir en dios sabe qué otra cosa.
Siempre Papotas, siempre Noches, siempre Payasos.